Ha habido una tercera guerra mundial. Han vencido los Reformadores, los cuáles han considerado que la libertad individual, la democracia y la cultura eran contrarios al Progreso Económico y a la Estabilidad Social. Con ellos ha nacido una nueva sociedad, un Mundo Feliz.
El consumo y el “progreso” se han convertido en los dioses de una nueva sociedad. Los libros han sido quemados; el pensamiento independiente y crítico es tachado de actividad antisocial y subversiva.
El consumo y el “progreso” se han convertido en los dioses de una nueva sociedad. Los libros han sido quemados; el pensamiento independiente y crítico es tachado de actividad antisocial y subversiva.
Toda libertad ha sido sacrificada en aras del orden. Los ciudadanos del mundo alcanzan la felicidad no a través de su relación con los demás sino mediante el consumo regular de una droga; el soma.
Los ingenieros de emoción han sustituido el arte por una serie de diversiones extremadamente agradables pero sin contenido. La técnica se ha desarrollado extraordinariamente. Miseria, vejez y enfermedad son simples recursos de un tiempo lejano.
No existe la familia: los niños (as) son producidos en laboratorios. Ya desde el comienzo de su vida, el Centro de Predestinación social los divide en varias castas de inteligencia y belleza física, según el cargo que hayan de ocupar en el futuro. Los niños son educados para cumplir su función social y para consumir, para comprar cosas incesantemente a fin de mantener la marcha de la industria.
Sin embargo, en un rincón del globo, en Nuevo México, existe una reserva de salvajes, una tribu de indios que no han entrado en la civilización y vive en forma primitiva. Uno de ellos, participe de la antigua cultura, pues ha descubierto unas antiguas obras de Shakespeare, es transportado al Mundo Feliz.
Pronto el joven salvaje se siente desgraciado y se rebela contra la total ausencia de libertad y de sentimientos nobles, y exhorta a todos a dejar de ser autómatas satisfechos. Pero su empeño es inútil. Sus dos únicos amigos son deportados y él consigue huir. Pero pronto se le hace imposible mantenerse aislado: los periodistas lo descubren y se convierten en objeto de la curiosidad pública. Los visitantes acuden a verlo como si fuese un animal del parque zoológico. Pero viendo que no pude escapar, muere desesperado.
Y mi opinión sobre lo que leí es:
Los ingenieros de emoción han sustituido el arte por una serie de diversiones extremadamente agradables pero sin contenido. La técnica se ha desarrollado extraordinariamente. Miseria, vejez y enfermedad son simples recursos de un tiempo lejano.
No existe la familia: los niños (as) son producidos en laboratorios. Ya desde el comienzo de su vida, el Centro de Predestinación social los divide en varias castas de inteligencia y belleza física, según el cargo que hayan de ocupar en el futuro. Los niños son educados para cumplir su función social y para consumir, para comprar cosas incesantemente a fin de mantener la marcha de la industria.
Sin embargo, en un rincón del globo, en Nuevo México, existe una reserva de salvajes, una tribu de indios que no han entrado en la civilización y vive en forma primitiva. Uno de ellos, participe de la antigua cultura, pues ha descubierto unas antiguas obras de Shakespeare, es transportado al Mundo Feliz.
Pronto el joven salvaje se siente desgraciado y se rebela contra la total ausencia de libertad y de sentimientos nobles, y exhorta a todos a dejar de ser autómatas satisfechos. Pero su empeño es inútil. Sus dos únicos amigos son deportados y él consigue huir. Pero pronto se le hace imposible mantenerse aislado: los periodistas lo descubren y se convierten en objeto de la curiosidad pública. Los visitantes acuden a verlo como si fuese un animal del parque zoológico. Pero viendo que no pude escapar, muere desesperado.
Y mi opinión sobre lo que leí es:
Éste es el argumento de Un mundo feliz, novela de ciencia ficción. Aldous Huxley exponen ella su hipótesis sobre el futuro de nuestro mundo.
La actual sociedad de consumo es caricaturizada hasta lo monstruoso. Frente a ella, el escéptico Huxley no ofrece más esperanza a su salvaje que la huida y el regreso a la vida primitiva.
No obstante ha declarado, años más tarde, que, de volver a escribir la novela, le ofrecería una tercera posibilidad: la vida en otra sociedad, libre y anárquica, al margen del Mundo Feliz.
El escritor británico Aldous Huxley nació en Godalming en 1894 y murió en Hollywood en 1963. Fue hombre de gran cultura y de actitud crítica ante la vida.
Entre una amplía producción destacan, además de Un mundo feliz, las novelas Contrapunto y Viejo muere el cisne.
Mtra. Fuentes
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