jueves, 8 de enero de 2009

Los viajes de Gulliver


Gulliver es hombre amigo de viajes y aventuras. Tras uno de sus numerosos viajes, una tempestad hace naufragar su velero. Con otros cinco tripulantes, en una barca, consiguen salvarse momentáneamente. Una súbita ráfaga de viento norte hace zozobrar el bote, y Gulliver, nadando, arriba a una costa desierta. Se interna tierra adentro y, vencido por la fatiga, se tiende a dormir sobre un prado. Al día siguiente, cuando se despierta, no puede incorporarse:
—Intenté levantarme -nos explica el propio Gulliver-, pero no pude, porque, tendido de espaldas como me hallaba, encontré mis piernas y brazos fuertemente atados por ambos lados al suelo, y mi cabello, que era largo y abundante, sujeto del mismo modo...
Lo que ocurre es que Gulliver ha llegado a Liliput, el país de los enanos, el más alto de los cuales apenas llega a los quince centímetros. En un principio consigue ganarse la simpatía de los liliputienses. Divierte al emperador y a sus nobles y se le concede una cierta libertad de movimientos. Las buenas relaciones de Gulliver con los enanos, sin embargo, duran poco tiempo. El rey ordena en cierta ocasión que se disparen sobre el Hombre Montaña, como llaman a Gulliver, dardos envenenados, pero éste, prevenido a tiempo, consigue huir en una barca que ha cargado de provisiones.
Regresa a Inglaterra y, embarcado nuevamente, llega a Brobdingnag, tierra poblada por gigantes altos como torres, que a cada zancada avanzan ocho metros. Uno de esos hombres coge a Gulliver entre el pulgar y el índice y se lo enseña a su mujer, que chilla horrorizada hasta que se convence que el diminuto ser parece ser un animalito dócil y sumiso. Las descomunales proporciones de los habitantes de Brobdingnag sugieren a Gulliver la relatividad del poder y de la grandeza de los hombres.
Tras dos años de estancia en el país de los gigantes, Gulliver, arrebatado por una monstruosa águila, es arrojado al mar. Tiene la suerte de ser recogido por un barco y vuelve a Inglaterra. Posteriormente visita Laputa, gigantesco objeto volador, gracias al cual puede huir de una isla desierta. Se trata de una especie de platillo volante, o mejor, una enorme isla voladora, a la que Gulliver es elevado mediante poleas. Está poblada por una raza de científicos y filósofos. Posteriormente llega a Luggnagg, donde habitan los struldbrugs o inmortales. Dicen a Gulliver que «de vez en cuando, aunque muy raramente, nacía en alguna familia un niño con una mancha roja y circular en la frente, precisamente sobre la ceja izquierda», lo que era signo infalible de que aquel niño no moriría jamás. La inmortalidad, sin embargo, es considerada por los struldbrugs como el peor de los males. En su postrer viaje, Gulliver llega al país de los houyhnhnms, raza de caballos pensantes que se expresan en un idioma parecido al alemán. Nuestro héroe reside durante tres años en este último país y regresa luego definitivamente a Inglaterra, después de atinadas reflexiones y consideraciones sobre todo lo que aprendió durante los viajes.
Todas esas extraordinarias aventuras constituyen el argumento de la famosa fantasía satírica Viajes de Gulliver, escrita por Jonathan Swift, pero más allá de las peripecias y de la desbordante imaginación que se advierte en la obra, y que la han convertido en un libro clásico de la literatura juvenil, se encierra también en ella una violenta diatriba contra los usos y costumbres de la sociedad inglesa de aquellos tiempos, e incluso una amarga crítica contra los hombres en general, sin distinción de nacionalidades.

Jonathan Swift.

Disfrutando del placer de la lectura

Serás la misma persona hoy que dentro de cinco años atrás,
Excepto por dos cosas: la gente con que te vas a asociar
y los libros que vas a leer.
Charles Jones.

El Programa Estatal de Lectura “Leer para crecer” que el Gobierno del Estado de México impulsa. surge como un evento magno y masivo que buscó promover entre el mundo estudiantil, el profesorado y la sociedad el gusto por la lectura. Con base a las acciones del programa, la Escuela Normal de Tlalnepantla iniciamos una la estrategia de lectura de un libro al mes por docentes y discentes, haciendo uso de las tecnologías de la información y comunicación, desafiando las formas tradicionales de acercarnos textos y acortando distancias entre la comunidad escolar, autoridades educativas y reconocidos escritores.
Aspirando a la integración de una comunidad lectora formada por maestros (as), alumnos (as), padres de familia que además de leer, escribir, sean promotores de estas competencias intelectuales.
Utilizando las Redes de Comunicación de la ENT. Que en este ciclo escolar 2008-2009 ponemos en marcha en el primer semestre para generar la cultura de ciberlectores, y en el segundo semestre, enviaremos al ciberespacio en la pagina de la Escuela normal los productos de los ciberlectores de la ENT: para intercambiar experiencias a nivel internacional, nacional y escolar.
En este ciclo escolar tres docentes decidimos integrar un club de ciberlectores (as), de la ENT y hoy presentamos nuestros productos, así como les brindamos una atenta invitación a integrarse a nuestro club.

MES SEPTIEMBRE
Anita Fuentes Flores, Carmen Salazar Alizota y Ma. De los Ángeles Hernández García:
A una nariz
Francisco de Quevedo y Villegas
Veinte mil leguas de viaje submarino
Julio Verne
En un lugar de la Mancha
Miguel de Cervantes Saavedra

OCTUBRE
Anita Fuentes Flores, Carmen Salazar Alizota y Ma. De los Ángeles Hernández García:
El libro del buen Amor
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
Gargantúa y Tantagruel
Francisco Rabelais
La Celestina
Frenando de Rojas

NOVIEMBRE
Anita Fuentes Flores, Carmen Salazar Alizota y Ma. De los Ángeles Hernández García:
La grulla que tenía una sola pata
Juan Boccaccio
El poeta de las olimpiadas
Píndaro
El infierno
Dante Alíghieri

DICIEMBRE
Anita Fuentes Flores, Carmen Salazar Alizota y Ma. De los Ángeles Hernández García:
Ancianidad ¿camino sin retorno?
Dr. Ernesto Lammoglia.
El fuego de los dioses.
Esquilo
La Odisea.
Homero

ENERO
Anita Fuentes Flores, Carmen Salazar Alizota y Ma. De los Ángeles Hernández García:
Los viajes de Gulliver
Jonathan Swift.
Los cuentos de Hoffmann
Emst Theodor Amadeus
El reino de este mundo
Alejo Carpentier

En el orden de los nombre de las cicberlectoras, es el orden de la lectura.
Esperamos sus comentarios para socializar y degustar el placer de la lectura.

viernes, 28 de noviembre de 2008

EL FUTURO DE MIS ALUMNOS…. SIN PENSIÓN?

Estimado futuros(as) docentes, quisiera comentarles que inicie la lectura del libro titulado Ancianidad ¿camino sin retorno? Del Dr. Ernesto Lammoglia. La decisión fue porque afortunadamente cuento con mis padres que acaban de cumplir 51 años de casados. Luego entonces es de pensar en sus edades, mi madre cuenta con 71 años y mi padre con 76, el cual es diabético, tiene cáncer en la próstata, le esta creciendo el corazón y cada ves camina mas lento su vejez avanza, su diabetes le permite no sufrir su cáncer, puesto que esta lo hace insensible.
Todos los días me acompañaba a la parada y traía la leche cuando tocaba, ahora ya no sale, porque no pude correr, o caminar aprisa los conductores no les importa ni saben si esta cansado, viejo o se esta haciendo ellos pasan rápido y ya.
Extraño su compañía en las mañanas, puesto que platicamos y me relataba una y otra ves su infancia, su trabajo, cuando se jubilaba sus trámites, la vida que le dieron sus hermanos mayores, etc. Situaciones que lejos de que me cansaran porque se repetían una y otra vez, me hacían pensar estoy en la gloria.
Tuve la oportunidad de festejarles sus 50 años de casados en conjuntos con todos mis hermanos, el ver como cada vez camina lento como diría la canción de viejo mi querido viejo, me llevo a buscar lecturas para saber tratarlo, me refiero a el porque mi madre cuenta con gran lucidez, energía como cuando adolescente le recuerdo, para dar y repartir, para cuidarle a el y así misma.
Estoy a un año de jubilarme y al leer este libro donde nos brinda una panorámica de la ancianidad a nivel internacional, descubro no solo que si no sabemos cuidar a nuestros ancianos, nadie sabrá cuidarnos a nosotros, y que la población cada vez es de más ancianos. La solución en México son los asilos, porque los viejos son una carga, un estorbo, y si son pensionados cobran y pagan su rentan del asilo, esto en el mejor de los casos que sus familiares trabajen, que hay de aquellos ancianos que no perciben pensión y que para aislarlos en el asilo hay que pagar, quien lo cubrirá?, de los que trabajan y quien si los demás no trabajan o ganan poco.

Estoy me llevo a pensar no solo en mis padres que en lo personal considero que es el momento de retribuir todo lo que hicieron por uno, empezando por el amor, la paciencia y la tolerancia. En un cien por ciento, puesto que en la medida de mis posibilidades a lo largo de la vida siempre les proporcione lo que creo que nunca sería un pago por darme la vida y herramientas para vivir y vivir bien que fueron mis estudios, recuerdo que en sus 25 años los envié en lo que en ese entonces estaba de moda los vtp viaje todo pagado a Cancún, mis hermanos eran pequeños, después todos trabajando siempre les festejamos sus cumpleaños, aniversarios, los paseamos todos juntos, por separado, cada uno con ellos o los enviamos solos, siempre vemos hasta hoy por ellos en la medida de las posibilidades de cada uno o todos juntos como en su aniversario de bodas.


No solo pensé en mis padres como objetivo de lectura, también en mis alumnos Legalmente la vejes principia a los 60 años y se jubila a un individuo en el límite de sus posibilidades aunque conserve sus capacidades intelectuales y físicas.

En mi proyecto de vida, considere 8 años antes de jubilarme en que invertir para tener otra entrada de dinero y con ellos tener una vejez tranquila, que harán ahora mis futuros (as) docentes que solo serán liquidados a los 35 años y sin pensión si con dinero te cuidan como viejo por el cheque, que será de ellos sin cheque. Ya lo pensarían, para trazarse un proyecto de vida a partir de su carrera como futuros (as) docentes, tendrían que pensar en general una cultura de ahorro, se las hayan inculcado en casa o no.

Espero que lean todos este libro, habrá quien diga viejo yo ja, ja, ja, pero el tiempo no perdona géneros, niveles sociales ni religiones. Preparemos para no ser una carga para nuestros familiares.

Pensemos que el gobierno nuestro esta pensando en obligar a los hijos (as) a mantener y dar pensión a sus padres, como siempre salidas o copias de proyectos de otros países, pero no las que les afecten como en Singapur, las leyes ofrecen a los padres el derecho a demandar a sus hijos si éstos no se ocupan de ellos.

Pero no copian proyectos como el de Corea, los empleados estatales que atienden a sus padres obtienen créditos para casas y una ayuda mensual.

En Shanghai se lleva a cabo un programa piloto en el que los voluntarios que atienden a los mayores obtienen puntos que podrán reclamar en especie cuando ellos lleguen a vejez. Aquí en lo personal creo que sería en el momento de la ayuda pero bueno solo sería una sugerencia desde mi humilde punto de vista, puesto quien nos asegura que todos lleguemos a viejos, puede que se muera joven el que esta ayudando, ya nunca cobraría lo que esta acumulando.


No se arrepentirán de leerlo, puesto los viejos de mañana seremos nosotros, ustedes y los demás, quien nos cuidara si los niños y jóvenes no ven que esto sea parte de familiar. Aprenderán a como tratarlos, a donde acudir, quienes son los especialistas en casos con enfermedades o solo dependencia, etc.

Estoy orgulloso de poder invitarles a esta lectura a mis futuros (as) docentes, están a tiempo de planear su proyecto de vida.

Hoy por hoy su siempre cibercolega y amiga.
Larduan

lunes, 27 de octubre de 2008

Un minuto de lectura...un paso a la cultura en la ENT


El Programa Estatal de Lectura “Leer para creceR” que el Gobierno del Estado de México impulsa. Surge como un evento magno y masivo que buscó promover entre el mundo estudiantil, el profesorado y la sociedad el gusto por la lectura. Con base a las acciones del programa, en la Escuela Normal de Tlalnepantla iniciamos una nueva estrategia de lectura de un libro al mes por docentes y discentes, haciendo uso de las tecnologías de la información y comunicación, desafiando las formas tradicionales de acercarnos a textos y acortando distancias entre la comunidad escolar, autoridades educativas y reconocidos escritores.
Aspirando a la integración de una comunidad lectora retomado por maestros, alumnos, padres de familia que además de leer, escribir, sean promotores de estas competencias intelectuales. Utilizando las Redes de Comunicación de la ENT. Que en este ciclo escolar 2008-2009 ponemos en marcha en el primer semestre para general la cultura de ciberlectores (as), y en el segundo semestre, enviaremos al ciberespacio en la pagina de la Escuela normal los productos de los ciberlectores de la ENT: para intercambiar experiencias a nivel internacional, nacional, regional y escolar.
En este ciclo escolar tres docentes decidimos integrar un club de ciberlectores (as), de la ENT, les brindamos una atenta invitación a integrarse a nuestro club.

No solo en la escuela práctico la lectura por placer; también en mi vida social, me reúno con familiares, en el hospital con mis enfermos es reconfortante una amena lectura y amigos en el Vips y formamos un grupo de lectores, tomando el cafecito, leemos y compartimos los pensamientos del autor y socializamos en contra o a favor del autor; es este otro espacio para el desarrollo del gusto por la lectura.
Sin olvidar mi función como Tutora de acompañamiento, favorezco y comparto los libros leídos, de mis tutoradas, antes de que se envíen a la responsable de los proyectos tanto de Leer para CreceR como de Tutoría.

LIBROS LEIDOS EN LA ENT EN EL CICLO ESCOLAR 2008-2009


LA GRULLA QUE TENÍA UNA SOLA PATA
El hedor y la muerte se habían adueñado de Florencia. El aire estaba enrarecido de miasmas y del humo amarillento de azufre, única arma para combatir la peste. Basándose en esa trágica realidad, Boccaccio hilvana su Decamerón: siete damas y tres jóvenes huyen de la muerte y se refugian en una casa de campo, cerca de Fiésole. Para entretenerse y olvidar la peste, deciden inventar juegos y diversiones, y entre éstos, la narración de cuentos. Durante diez días –por eso se llama Decamerón- van relatando historias desenfadadas, maliciosas que contrastan con el triste motivo de su huída. He aquí una de ellas, la del cocinero:
Habrán podido oír decir, o visto ustedes mismos, que mícer Conrado, ciudadano de Florencia, fue siempre hombre muy gastador, liberal, magnánimo, aficionado a perros y pájaros… Un día en la caza del halcón se apoderó de una grulla… y, como la vio tierna y gorda, ordenó que se la entregaran a su cocinero para que la asara y se sirviera en la cena… Aquél día había gran número de convidados a la mesa de su amo. La grulla fue servida con un solo muslo (pues el otro se lo había comido una señora de quien estaba enamorado el cocinero). Uno de los convidados, el primero en notarlo, demostró su sorpresa; entonces Conrado manda llamar a su cocinero y le pregunta dónde está la otra pierna. El cocinero, embustero por naturaleza, contestó con el mayor descaro que las grullas sólo tenían una pierna “¿Acaso crees tú que no he visto más grullas que esta?” “Lo que le acabo de decir, señor, es la pura verdad, y, si lo duda, me obligo a probárselo con las que están vivas” Todos se rieron de semejante respuesta; mas Conrado… se contentó en contestar a aquél zopenco: “ya que te empeñas, picanorazo, en demostrarme lo que no he visto ni oído decir en mi vida, veremos si mañana mantienes tu palabra; pero te juro que, si no lo haces, te acordarás por mucho tiempo de tu imbecilidad y tu obstinación…”
Al día siguiente, mícer Conrado monta a caballo, ordena al muy taimado que suba al otro y lo siga, dirigiéndose hacia un riachuelo en cuya orilla se veían siempre grullas a aquella hora… Ya cerca del riachuelo, el cocinero fue el primero en divisar una docena de grullas que todas se mantenían sobre un pie, según costumbre cuando duermen. En seguida, las enseña a su amo, diciéndole, “Ve señor, como lo que le decía anoche es la pura verdad; observe aquellas grullas; todas no tienen más que una pierna” “Voy a probarte que tienen dos –repuso mícer Conrado- ; espera un poco” Y habiéndose aproximado a las aves, empezó a gritar: “¡Hu, hu, hu, hu!” A semejante grito, despiertan las grullas, alargan la otra pierna y vuelan a toda prisa, “vamos, tunante –dijo entonces el hidalgo-, las grullas ¿tienen una o dos patas?” “Pero, señor –repuso el cocinero, que no sabía cómo salir del atolladero- usted no grito anoche ¡hu, hu, hu! Si lo hubiera hecho, la grulla habría alargado la otra pata, lo mismo que éstas” Respuesta tan ingeniosa agradó mucho a mícer Conrado de suerte que desarmó su cólera.

Juan Boccaccio nació en 1313, en Florencia probablemente. Sus obras, en las que se perfecciona la lengua italiana, describen el ambiente social de la època, al mismo tiempo que diverten. Murió en Certaldo en 1375.



El libro del Buen Amor
«Querido Juan Ruiz: Sosiega un poco; siéntate; las gradas de este humilladero, aquí fuera de la ciudad, pueden servirnos de asiento durante un momento. Has corrido mucho por campos y ciudades y todavía no te sientes cansado. Tu vida es tumultuosa y agitada; quien te vea por primera vez sin conocerte, dirá sin equivocarse cómo eres, cuál es tu espíritu, lo que deseas y lo que amas. Tienes la cara carnosa y encendida: en la grosura de la faz aparecen tus ojos chiquitos, como dos granos de mostaza. La nariz, recia, una nariz sensual, avanza como para olfatear olores de yantar o de mujer… Tus labios, Juan Ruiz, son el complemento de esa nariz recia y sensual; son unos labios gordos, colorados, que parecen estar gustando a toda hora mil gratísimos gustores. Has recorrido mucho por la vida y todavía te queda por recorrer otro tanto. Descansa un momento aquí, en la serenidad de la tarde.» Azorín.
¿Quién es ese Juan Ruiz al que se refiere el famoso escritor alicantino Azorín, diciéndole que deje un poco de correr aventuras? ¿Qué vida llevó para que le dijeran tales cosas? Él mismo nos lo cuenta en un bello libro escrito en verso y perteneciente al «mester de clerecía», género literario relacionado con el quehacer de los clérigos; se trata del Libro del Buen Amor, en el que Juan Ruiz, arcipreste de Hita, se pone como protagonista. Casi todo lo que sabemos de él está escrito en ese libro: que era natural de Alcalá de Henares y que fue arcipreste; que le gustaba andar con «escolares nocherniegos» y que era alegre, jovial, amigo de las jaranas y de una gran vitalidad.
En la época del arcipreste, la sociedad estaba a punto de dar un gran cambio, pues se acercaba el renacimiento, y las luchas entre grandes nobles iba a debilitar a los aristócratas y a fortalecer a la monarquía y al Estado. El arcipreste escribió el libro, como él mismo dice, «para apartar al hombre de las maestrías y sutilezas engañosas del loco amor del mundo, que usan algunos para pecar». Pero en vez de escribir un pesado poema contra las costumbres de su tiempo, relató una serie de divertidas aventuras para hacer ver la necesidad de reformarse.
Una de estas historias nos cuenta cómo don Melón (que era el mismo arcipreste) se enamora de una dama, doña Endrina, y entonces busca la ayuda de una vieja llamada Trotaconventos, que sirve de mediadora entre ambos para lograr sus deseos. En otra historia nos divierte con la batalla entre don Carnal y doña Cuaresma, ambos respaldados por sus ejércitos, y que quiere representar la lucha entre el mundo material y el mundo espiritual.
En todos los relatos, el arcipreste busca enseñar buenas costumbres y al mismo tiempo describir el ambiente de entonces, en el cual parece encontrarse tan a gusto.

Juan Ruiz, arcipreste de Hita.



A UNA NARIZ

Estamos en el Madrid cortesano de Felipe III, hacia 1640. El rey se dispone a comer en presencia de los grandes de España, de los ministros y de la multitud de mayordomos, camareros y criados que se mueven por el gran salón del palacio. Felipe levanta la servilleta de la mesa y… ¡hay un papel! ¡y está escrito! Todo el mundo espera ansioso. Algún alto personaje se atreve a acercarse a una distancia prudencial. El monarca empieza a leer: “Católica, sacra, real majestad…” Es una poesía, pero nadie puede oír los veros que el rey va leyendo en un susurro cada vez más tenue. Felipe llama a su poderoso valido, el conde-duque de Olivares y le enseña la poesía. Hay cuchicheos y revuelo. Y una orden de detención contra don Francisco de Quevedo y Villegas, presunto autor de la poesía, que no es sino una sátira mordaz contra el valido del rey.
Este incidente tuvo lugar pocos años de que muriera este gran escritor y poeta. Sus versos satíricos contra grandes personajes le valieron muchos disgustos, pero lo hicieron tan famoso como sus burlas despiadadas, de las cuales es un buen ejemplo este soneto:
A una nariz

Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una nariz sayón y escriba,
Érase un peje espada muy barbado,
Érase una alquitara pensativa,
Érase un elefante boca arriba,
Era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egipto,
Las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
Muchísimo nariz, nariz tan fiera
Que en la cara de Anás fuera delito.

Quevedo escribió muchos sonetos, letrillas y romances, además de alguna novela, como Historia del buscón Don Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños. Su vida fue tan agitada y diversa como su obra, pues además de ser un gran humorista, fue también un hombre culto y preocupado por los problemas de su tiempo, humano y angustiado por los misterios de la vida y de la muerte.

-Francisco de Quevedo y Villegas-

martes, 15 de abril de 2008

LAS PALABRAS. Jean-Paul Sastre

¿Verdad que es difícil recordar el momento en que uno aprendió a caminar, a leer, a escribir? Es tan difícil como saber el momento en que uno se duerme o deja de estar despierto. Sin embargo, a todos nos gustaría saber cómo se fueron haciendo comprensibles para nosotros esos extraños signos que no quieren decir nada pero que, de pronto un día comienzan a tener significado y nos parece descubrir un mundo nuevo, lleno de palabras que hablan de mares, países, hombres y animales. Un gran escritor francés, Jean- Paul Sastre, ha escrito un libro. Las palabras, sobre su infancia, en el que recuerda cómo aprendió a leer. Aprovechemos la oportunidad que nos ofrece para saber cómo lo hicimos nosotros:

Ana María me hizo sentar delante de ella, en mi sillita; luego se inclinó, bajo los párpados y se durmió. De aquella cara de estatua salió una voz de yeso. Creí volverme loco. ¿Quién contaba? ¿Qué? ¿Y a quién? Mi madre se había ido: ni una sonrisa, ni un signo de que estaba allí; yo me sentía en el exilio. Además no reconocía su manera de hablar corriente. ¿De dónde le venía aquella seguridad? Al cabo de un momento logré comprenderlo: era el libro el que hablada…Me apoderé de una obra titulada Tribulaciones de un chino en China y me la llevé al cuarto trastero; allí, tendido en una cama plegable de metal, hice ver como que leía: seguía con los ojos las rayas negras sin saltarme ni una y me explicaba a mi mismo una historia en voz alta, teniendo cuidado de pronunciar todas las sílabas. Me sorprendieron – o hice para que me sorprendiera -, y hubo exclamaciones; entonces decidieron que ya era hora de que aprendiera el alfabeto. Mostré un celo de catecúmeno, y conseguí incluso que me dieran clases particulares. Me iba derecho a mi cama de metal con Sin familia, de Héctor Malot, que me sabía de memoria, y, medio recitando, medio descifrando, seguía todas las páginas, una detrás de otra: cuando volví la última, ya sabía leer.

Me volví loco de alegría: ¡ahora serían bien mías aquellas voces…. Que el abuelo reanimaba con su mirada, aquellas voces que él sentía sin hablar, y yo no ¡Ahora las sentiría, me llenaría de discursos ceremoniosos, lo sabría todo. Se me permitió vagabundear por la biblioteca y me dispuse a asaltar la sabiduría humana. Fue eso lo que me formó.






Y mi opinión sobre lo que leí es:

He aquí una belicosa descripción del aprendizaje de un niño. En Las palabras, Sastre intenta explicar su propia vida, su aislamiento de la realidad, su error de confundir “las cosas con sus nombre”, por haberlas aprendido en los libros antes que en la vida. Pero el autor de Las Palabras ha llegado a ser, pese a esta infancia retraída, uno de los grandes valores literarios de la dad contemporánea. No es posible dar unas características de su ingente obra, pues Sartre es un hombre que ha ido cambiando constantemente, sin detenerse jamás en un punto. Es un discutido dramaturgo –Las moscas, a puerta cerrada, El diablo y el buen Dios-, un loable ensayista agudo y penetrante –Situaciones- y un filósofo del existencialismo –El ser y la nada, Crítica de la razón dialéctica-. Pero sobre todo, es un escritor de dimensión universal, pues ha puesto al hombre y a sus problemas ante la vida como centro de toda su labor literaria.
Jean-Paul Sartre nació en París 1905- Filósofo, dramaturgo, novelistas y ensayista de renombre universal, rechazó el Premio Nobel de Literatura en 1964. En 1946 fundó la revista Les temps modernes. Además de las obras citadas ha escrito una trilogía novelista, Los caminos de la libertad, y numerosos ensayos políticos y filosóficos.

EL LIBRO DE LAS MIL Y UNA NOCHES

Las mil y una noches es uno de los principales libros de cuentos de la literatura oriental. Muchas son las adaptaciones que se han realizado, destinadas principalmente al público infantil, teniendo entre los favoritos a Aladino y la lámpara maravillosa, Simbad el marino y Alí Babá y los 40 ladrones, comenzando por supuesto con la de Scherezada, la doncella que logró evitar su muerte contando estas historias al sultán durante un día, nueve meses y dos años.
Las historias originales, muchas de ellas sangrientas y sensuales, refieren sucesos ocurridos en Persia, India y Egipto. Claro que al destinarse a ser contadas a los niños se han realizado adaptaciones que conservan la parte de la enseñanza moral.
Son historias fantásticas de magia, sultanes, genios malhumorados, truhanes, doncellas, ciudades de construcciones maravillosas, de desiertos, camellos, mares, monstruos, alfombras mágicas, romances y desventuras que nunca pasan de moda y que son redescubiertas por cada nueva generación.
En este volumen, cuya selección y adaptación es obra de Margarita Castells, se separa de las versiones tradicionales que prefieren a Aladino, Alí Babá y, aunque incluye El primer viaje de Simbad el marino, da cuenta de otros 10 relatos menos conocidos: La pulga y el ratón, La generosidad de Hátim Atay, Historia del envidioso y el envidiado, El maestro analfabeto, El pescador y el genio, El enano jorobado, El banquete de Mansur, El prestamista y el ladrón, Historia de Abú Quiry Abú Sir y El rey Simbad y el halcón, este último un poco violento.
Las ilustraciones de esta adaptación, editada en pasta dura, son de Eulália Sariola, quien se inspiró en la antigua ciudad Siria de Alepo.
El libro de las mil y una nochesSelección: Margarita CastellsEditorial: Ediciones BNúmero de páginas: 71Precio de lista: 199 pesos



La literatura árabe empezó a decaer en el siglo XI, y en el XIII, tras la invasión mogólica, se eclipsó casi por completo. Sin embargo, en esta época se redactó definitivamente Las mil y una noches, colección de cuentos de origen indio que fueron traducidos al persa y que posteriormente penetraron en Arabia, donde se les añadieron relatos fantásticos de procedencia egipcia.
Los cuentos que integran Las mil y una noches, más que una producción c completamente árabe, constituyen una clara muestra de la desbordante fantasía oriental. La unidad de la narración se consigue mediante el recurso de ponerlos en labios de la hermosa y no menos inteligente Scherezada, esposa del sultán Echarían.
La sultana, cada amanecer, interrumpe s narración a fin de evitar o cuando menos retrasar la triste suerte que aguarda a todas las esposas del sultán, que deben morir tras la primera noche nupcial. Al llegar a la noche mil una, las sentencia fue revocada.
He aquí un fragmento de uno de los cuentos más famosos, precisamente el que nos habla del segundo viaje de Simbad el marino. En el, como en todos los demás se hace gala de una deslumbrarte imaginación capaz de trasladarnos a los ambientes más exóticos y a las situaciones más maravillosas:

…Al fin vine a resignarme en la voluntad de Dios, y sin saber qué haría; me fui a la cima de un gran árbol, desde donde miré a todas partes por ver si descubría alguna cosa que pudiera darme un rasgo de esperanza.
Dirigiendo la vista hacia el mar, no descubrí más que haga y cielo, pero habiendo divisado por la parte de tierra cierta cosa blanca, bajé del árbol y, con las provisiones que me quedaban, caminé hacia aquel objeto blanco, que estaba tan distante que no podía distinguir bien lo que era.
Cuando me hallé a una distancia proporcionada, noté que era una bola blanca, de altura y grosor prodigiosos, y habiéndola tocado luego que estuve junto a ella, halle que era muy suave. Di una vuelta a su alrededor para ver si tenía alguna abertura: pero no pude descubrir ninguna, y me pareció imposible subir sobre ella según era de lisa: tendría unos cincuenta pasos de circunferencia.

Estaba el sol próximo a su ocaso; de repente se oscureció el aire, como si hubiese interpuesta una espesa nube, Pero si quedé asombrado de esta oscuridad repentina, no lo quedé menos cuando vi. que el objeto que la producía era un pájaro de un tamaño extraordinariamente grande que venía volando hacia donde yo estaba.

Luego me acordé de un pájaro llamado roc, del cual había oído hablar con frecuencia a los marineros, y conocí que la gruesa bola que tanto había yo admirado debía de ser un huevo de aquel pájaro. En efecto, se dejó caer y se puso sobre él para cubrirlo.

Al verlo venir, me había apretado cuanto pudo junto al huevo, de suerte que el pájaro puso delante de mí unos de sus pies, que eran tan gruesos como un gran tronco de árbol. Áteme fuertemente a él con el lienzo del que estaba rodeado mi turbante, con la esperanza de que cuando emprendiere su vuelo me sacaría de aquella isla desierta.

Efectivamente, después de haber pasado la noche en aquel estado, luego que amaneció y echó a volar el pájaro, y me elevó tan alto, que ya no descubría la tierra; y luego se precitó con tanto rapidez que no sentía dónde entabla. Cuando paró el pájaro y me vi. en el suelo, desaté inmediatamente el nudo que me tuve ligado a su pie, y no bien había acabado de soltarme, cuando se arrojó sobre una serpiente de una longitud prodigiosa, la cogió y al punto echó a volar…

EL AMOR Y LA MUERTE



Las rosas, símbolo del amor y de la vida, van ligadas a menudo a la obra de los poetas. Pero para Rilke, esas flores significaron mucho más que un simple poema: una espina de rosal agravó la enfermedad del poeta y le causó la muerte. Hoy, el poeta reposa para siempre cerca de un río, entre altas montañas, bajo un rosal y unos versos que había escrito para él mismo: ((¡Oh rosa, pura contradicción!... Ser el dueño de nadie bajo tantos parpados))

Rainer Maria Rilke es un poeta que sabe expresar, aunque a veces oscuramente, las preocupaciones esenciales del hombre: el amor, la muerte, la nostalgia ante la fugacidad de las cosas, su limitación en el tiempo y en el espacio… Todos estos sentimientos, que después se harén casi una obsesión en él, aparecen ya amputados en Canción de amor y de la muerte del corneta Cristóbal Rilke, su primer obra, escrita de un tirón durante una noche de insomnio. El corneta en el ejército alemán de entonces era también quien llevaba la bandera. Así sobrevino su muerte en la batalla:

Y él corre como un loco por sitios que llamean, por puertas que ardientes le rodean por escaleras que chisporrotean a su alrededor, y fuera del castillo ha salido ya. Entre sus brazos lleva la bandera, como una mujer blanca sentido. Y ya ha encontrado un caballo, y es como una exhalación. El más adelantado de todos ha pasado a los demás, incluso a sus hombres. Y entonces la bandera la bandera jamás tan reciamente fue portada. Y ahora la ven todos, lejos, delante, y conocen al joven de los claros cabellos, sin casco, y conocen la bandera…

Pero ella comienza a centellear, va desplegándose y se vulva grande y roja… La bandera está encendida entre los enemigos y todos corren hacia ella.

Desde sus primeros versos, la poesía de Rilke destaca por su perfección formal y melódica. En cierto modo, Rilke puede considerarse como un escritor ((totalmente)) europeo, debido a sus continuos contactos con los distintos círculos culturales del continente. Residió durante muchos años en Francia y estuvo en España. Entre sus obras más conocidas deben citarse Elegías de Duino, en las que describe la lucha que se da en el hombre entre la bestia y el ángel; Libro de las imágenes, Libro de las Horas, etc. Compuso también algunos poemas directamente en francés.